El nuevo festival La Removida Cultural tuvo lugar el pasado viernes 14 de septiembre con éxito con una primera edición plagada de detalles
El festival la Removida Cultural apareció sin hacer mucho ruido por redes sociales hace cosa de un mes. El festival se presentaba como un espacio de creación muy interesante. Teniendo por máxima el apoyo a artistas nacionales jóvenes, pudimos ver absolutamente de todo en las once horas del evento. Todo ello en un espacio excelente como la Plaza de toros de Las Ventas de Madrid y con el gran aliciente de ser totalmente gratuito.
Un espacio dinámico y activo con su público y el arte:
Al comienzo de la tarde aprovechamos para ver todos los espacios del evento. El sol pegaba con gran fuerza en la plaza y hacía bastante complicado estar viendo a los músicos. Nos acercamos a los espacios de arte que habían preparado en los interiores de la plaza. Obras de distintos artistas emergentes que ofrecían una perspectiva distinta de la fotografía y la pintura. De igual manera, a lo largo del evento varios artistas hicieron obras de pintura en directo. Todo con el objetivo de convertir a la Removida en un espacio cambiante y activo.
El emplazamiento seleccionado para el evento no podía ser mejor. Con un espacio más que amplio para el público presente, casi todo eran facilidades. La salida a los exteriores del escenario principal era bastante cómoda. Los aseos eran excelentes y estaban muy limpios. Por suerte, el público supo comportarse para que éstos siguieran así durante todo el evento. La amplitud permitía que todo el mundo tuviera espacio para descansar en un momento dado. Lamentamos que no se tapara el suelo, que al ser de arena provocó en momentos polvaredas y que hacía incómodo sentarse. Sin embargo, comprendemos que para un evento totalmente gratuito ya se estaba ofreciendo unas comodidades más que suficientes.
En el aspecto gastronómico sentimos bastante decepción. A pesar de que el evento quería representar una apertura y libertad cultural absoluta, esto no se tradujo en la comida. Había algunos servicios de comida bastante interesantes y relativamente económicos, pero la variedad era muy escasa. Sobre todo el problema llegaba si eras vegetariano o celiaco. Para ellos las alternativas eran casi inexistentes. Llegando a ser la única comida vegetariana del evento unas patatas fritas. Realmente nos extrañó por las características del evento, pero tenemos la confianza de que cambiará para próximas ediciones.
Una organización de diez:
Los artistas se sucedieron uno tras otro con una gran organización. El hecho de que fueran bandas y de estilos tan distintos podía provocar que se entorpecieran los actos. Sin embargo, con un gran equipo técnico, se conseguía cambiar los instrumentos y hacer pruebas de sonido en tiempo récord. Mientras tanto, el DJ residente Tony Grox amenizaba con temas de todos los géneros, lo que lo hizo realmente entretenido. Aún así, estos entreactos a veces se veían interrumpidos sin justificación o había cambios bruscos en el volumen que no se entendían. De la misma manera, el juego del DJ con algunos efectos fastidió alguna que otra canción. Obviando la parte crítica, la valoración de estos entreactos es positiva y esencial para que todo fluyera con éxito.
La elección del festival de ofrecer muchos artistas con conciertos cortos fue excelente. Shows de unos 45 minutos aproximadamente que lo hacía muy dinámico. De esta manera, aunque algún artista no te gustara no te ibas a desesperar esperando la siguiente actuación. Esto se debe remarcar especialmente por el peligro que suponía tener un único escenario y lo bien que se gestionó. Un escenario que se adaptaba perfectamente a los artistas. De unas dimensiones perfectas para el tamaño de la plaza, los artistas se sintieron en su propia salsa. Cabe destacar también la iluminación y la caracterización del escenario, que supo ser sobrio sin ser escaso.
La música electrónica fundamento de la Removida Cultural:
En ámbito de los artistas nos centraremos en el ámbito electrónico. Sin embargo, debemos hacer especial mención a todos los artistas por sus actuaciones. Jack Bisonte, Mi Hermano y Yo, Sexy Zebras, Carolina Durante, Carlos Sadness, Green Valley y la actuación de Lucía Fernanda.
El primero en aparecer sería Ed is Dead live band. No acabaríamos nunca si elogiaramos como debieramos el show ofrecido por la banda. Electrónica española interpretada en directo del más alto nivel. Estando Ed is Dead en el centro del escenario, le acompañaba dos cantantes y un batería. Especial reconocimiento por avisar por micrófono al equipo de sonido de que los graves estaban siendo desastrosos y que era necesario arreglarlo. Un acto inteligente por parte del artista que prefirió parar un momento el evento y arreglarlo antes de continuar todo el espectáculo en malas condiciones. Lamentablemente es algo que no solemos ver mucho en los eventos. Después de haber visto la actuación, nos preguntamos por qué el artista no tiene más repercusión a nivel nacional. Festivales como Madcool Festival o DCODE están tardando en dar una oportunidad a un espectáculo brillante.
Destacamos la actuación de Iseo & Dodosound por haber sido la mejor del evento. Con Iseo cantando y Dodosound en la mesa de mezclas, el reggae nos llegó a todos. Cabe destacar unos visuales alucinantes que se adaptaban a los temas como pocas veces se ve en estos shows. A través de ellos y su espíritu los artistas llegaron a todos con sus mensajes e ideas. No faltó alguna reivindicación: “la plaza para la cultura y no para la tortura”. Ovación generalizada y preguntas que se quedan en el aire.
Por último y como cierre del festival, Sandro Ávila fue el DJ sorpresa. A pesar de que una parte muy importante de gente se fue al final de la actuación de Green Valley, todavía había gente suficiente para esta última hora. El DJ al comienzo de su actuación nos dejó a todos relativamente desconcertados. Hacía gestos de negación y se le veía quejarse mientras decía “no puedo”. Por lo que pudimos entender, había algún tipo de problema con la mesa y el DJ tenía complicaciones para poder mezclar.
Sin embargo, eso no se tradujo en problemas en el resultado, que pasó sin apuros aparentes. El artista optó por el house y el tech-house para el cierre, permitiendo que la gente poco a poco fuera relajándose y se fuera retirando. No se puede negar que esperábamos algo más potente, con temas más comerciales y una reivindicación de la electrónica que tanto destaca en los festivales nacionales. Sin embargo, su selección fue muy inteligente acorde con las necesidades del evento.
Resumen del evento:
El balance del evento es más que positivo. Nos sentimos tremendamente satisfechos con prácticamente todo y vemos en la Removida Cultural un futuro próspero. La idea es excelente y con el apoyo del público, auguramos grandes mejoras para una segunda edición. Solo queda esperar.