– ¡Caminante, no hay camino!
– Se hace camino al andar…
Este dicho define por completo esta edición de Mad Cool Festival. Después de unos tres primeros años en los que el festival buscaba ganarse el prestigio, ciertos problemas habían manchado al evento. Este año, el objetivo era claro, conseguir una edición redonda, una edición en la que la gente saliera contenta por completo. Lo han conseguido. No se debe olvidar que hay varios factores que han ayudado a ello, como un número considerablemente inferior, pero Mad Cool ha cumplido.
Nuestra travesía por el festival comenzó en la Welcome Party, un día enfocado a ampliar a lo ancho el festival. Con una lista de artistas menor, para los que íbamos a pasar cuatro días en el Espacio Valdebebas fue una excelente forma de conocer el territorio. Acercarse a los puestos a preguntar, disfrutar de la noria o revisar la zona de restauración fueron algunas de las cosas que pudimos hacer sin los nervios de perdernos a grandes artistas. Eso no quiere decir que los artistas no fueran interesantes, grandes nombre aparecían en esta fiesta de bienvenida. De ellos, sin lugar a dudas tenemos que hablar especialmente de Rosalía y Bring Me The Horizon. Cabezas de cartel del evento, ambos asombraron con sus excelentes shows.
Asombrados por su brillo, increíble fue la cantidad de gente que fue a ver a Rosalía. Una artista en alza que dejó claro cuales son sus puntos fuertes. Acompañada del gran productor El Guincho, la artista catalana dio un show apasionante que estribaba en la coreografía y su potente voz. No faltó ninguno de sus grandes temas, entre los que tenemos que destacar Barefoot in the Park de James Blake. Pero si algo llamó la atención, fue la gran cantidad de temas inéditos que pudimos escuchar. Muchos de ellos no podemos contenernos las ganas de poder volver a escucharlos.
Bring Me The Horizon soprendió tanto a conocedores como a primerizos del grupo. Con un increíble espectáculo aderezado con cañones de CO2 y de fuego, el punk-rock del grupo se entremezcla en su último álbum con la electrónica, creando increíbles temas como Mantra (tema de apertura del show) o Medicine.
El jueves tuvo lugar la primera jornada del festival:
Con el miedo en el cuerpo de que con la gran afluencia no se pudiera aparcar, asistimos pronto. Uno de los grandes pánicos del evento era el plan de movilidad suicida contra los coches. Bloqueando todo el barrio de Valdebebas, todo apuntaba a utilizar el servicio gratuito de lanzaderas, un servicio que no sirve para los asistentes que viven fuera de Madrid centro. Sin embargo, tuvimos suerte y encontramos aparcamiento cerca, una fortuna que se repitió durante todos los días. Lo que apuntaba a ser el gran problema de la edición acabó por ser anecdótico. Sin embargo, para la próxima edición es totalmente necesario que se diseñe mejor este plan y, por supuesto, que se utilice el parking de Ifema.
Aunque el cartel había decepcionado, un análisis más profundo revelaba los interesantísimos nombres que esta edición tenía. Los fans de la electrónica tenían un paraíso ante sí en la jornada del jueves. Obviando grandes nombres de otros géneros como Tash Sultana o Iggy Pop, desde All Music Spain ya defendimos que estamos ante el mejor cartel electrónico de 2019 en España.
Pudimos disfrutar del grandísimo Bon Iver, que tampoco sorprendió pero cumplió con creces. Cariñoso, Justin Vernon transmitió la delicadeza de su música a todo el recinto de Mad Cool. Los solapes nos dieron una gran desilusión, a cambio de Bon Iver debíamos perdernos a TOKiMONSTA, pero podemos imaginar que asombró a todos los presentes. Después de ella una increíble línea le seguía, rápidamente fuimos al escenario The Loop para disfrutar de Kaytranada. No cabía duda de que el artista iba a demostrar su calidad y el público reconoció el talento del haitiano-canadiense.
No salimos de este escenario porque justo después venía uno de los shows más esperados: Disclosure DJ Set. El increíble dúo apareció y no podemos negar que la emoción se nos notaba… casi demasiado. Lamentablemente, realmente la actuación no fue tan exitosa como se esperaría. Demasiado techneros, dejaron bastante de lado su discografía, apenas sonando unos siete u ocho temas propios. No tendría que ser negativo esto, pero a veces pecaban de carecer de dinamismo, algo que se habría solucionado con más temas icónicos. Por otro lado, el sonido de The Loop fracasó estrepitosamente. Ciertamente lo único escuchable era un bajo continuo que nos acompañó hasta casa de lo excesivamente alto y agresivo que era.
No dejamos que esto nos aguara la fiesta y rápidamente fuimos a ver a los maestros The Chemical Brothers. Quedamos francamente alucinados con uno de los mejores shows del festival sin lugar a dudas. Con una visuales simplemente inigualables, el número de elementos visuales del espectáculo era simplemente tremendo. Láseres, focos, róbots gigantes, de todo tenía un show que estuvo acompañado de un excelente set centrado principalmente en su último álbum No Geography.
La jornada del viernes fue la que más cojeó:
Con un cartel más soso para nuestro gusto, el viernes fue el día más aburrido, pero no por ello acabó en catástrofe. Nos quedamos en un exitoso show del prestigioso Eric Prydz, del que lamentamos que no trajera su espectáculo visual más ambicioso. Empire of the sun era otro de los destacados electrónicos de la noche, pero realmente resultaron horteras y poco entretenidos, teniendo en cuenta que cerraban el festival a las tres de la mañana.
Hay que mencionar la excelente zona de restauración del festival. Aunque cara, la variedad de posibilidades era muy amplia. Aunque el éxito se lo llevó el puesto de kebabs, un servidor aquí defenderá la gran calidad-precio de las pizzas del food truck del final. Igualmente, aquellos con dietas específicas como veganos o vegetarianos disfrutaban incluso casi de más variedad que el resto, existiendo numerosos puestos centrados específicamente en ellos.
El sábado el festival por todo lo alto:
El último día volvimos a asistir pronto para ver una de las que consideramos que es una de las joyas escondidas del evento. Alizzz, uno de los mejores productores a nivel nacional ofreció un show completo centrado en sonidos tropicales y urbanos. Aunque con poco público, el artista prendió la fiesta y poco a poco fue apareciendo nueva gente que se quedaba a escuchar el buen rollo que su música emitía.
Con terribles solapes de por medio, tuvimos que sacrificar grandes shows de electrónica como Jon Hopkins o Bonobo. Pero lo hicimos por un bien mayor, la actuación de The Cure fue histórica, al igual que en la retina de muchos quedarán grandes shows como los de Jorja Smith o Greta Van Fleet (por primera vez en España). La actuación de Prophets of Rage fue simplemente inigualable, otro de los mejores shows del festival que destacó entre otras cosas por el genio de la guitarra Tom Morello.
Nuestro veredicto final:
Uno salía de Mad Cool satisfecho. Cada día podía ser más disfrutable o menos pero dependía de uno mismo. No hubo trabas, no hubo complicaciones. Lo más destacado, como hemos comentado, fue el plan de movilidad y el sonido en algunas ocasiones. Algo, que a un evento de 186.000 personas se le puede pasar por alto sobre todo conociendo los precedentes.
Nos dejamos mucho por el camino, muchísimos grandes artistas y promesas. Tantos, que era imposible verlos a todos, pero debemos mencionar nombres como Delaporte, Black Midi, Wolfmother, The 1975, Miles Kane o Robyn entre otros muchos. Antes de concluir también debemos mencionar que la organización fue atenta con nosotros, ofreciéndonos facilidades para realizar la cobertura de la mejor manera posible.
Mad Cool está recorriendo poco a poco un camino totalmente inexplorado. Madrid carecía de un evento de estas características y Mad Cool no solo se ha atrevido a hacerlo si no que lucha por ser de los mejores del mundo. Por ello, quedamos extremadamente satisfechos y confiamos en que un cartel un poco más ambicioso haga que la quinta edición del festival agrupe lo mejor de cada año. Poco a poco, el festival madura, aprende de sus errores y rectifica para que cada año mejore de manera exponencial.
Por ello y por muchas cosas más, no tenemos duda, el año que viene volveremos a Mad Cool. Lo mismo esperamos del público, que tan punitivo ha sido cuando el festival se ha equivocado, esperamos que ahora premie, como nosotros deseamos hacer, el trabajo bien hecho.