A Summer Story 2025: Dos días de la mejor electrónica en la Ciudad del Rock
La novena edición de A Summer Story volvió a dejar una huella imborrable en el calendario festivalero español. Durante los días 20 y 21 de junio, la Ciudad del Rock en Arganda del Rey se convirtió en el epicentro de la música electrónica en nuestro país, acogiendo a miles y miles de asistentes que se dieron cita para vivir una experiencia donde lo única y emocional. El festival no solo cumplió con las expectativas, sino que las superó con un line-up ambicioso, una producción impecable y un ambiente que confirmó que A Summer Story es realmente donde empieza el verano y se reafirma como uno de los mejores festivales dentro del panorama español y europeo.
Viernes: Techno de alto voltaje y energía sin filtros
La jornada inaugural fue, como era de esperar, una declaración de intenciones. Desde primeras horas de la tarde, los tres escenarios congregaron a una gran cantidad de gente que estaba deseosa de empezar su verano bailando. Fue un día en el que el Main Stage by Lenovo sería el protagonista con una buena dosis de techno hasta su cierre. Después de unas sesiones impecables de Alexxandra y Daria Kolosova, pudimos disfrutar de Amelie Lens en plena forma, que sacó a relucir su faceta más contundente logró mantener al público en estado de euforia. Seguidamente tuvimos en cabina a Fatima Hajji, una de los grandes embajadoras del techno en España, conectó con el público desde el primer beat. Seguido de Hektor Oaks, marcando una de las sesiones más intensas de la noche. Pero sin duda, el protagonista absoluto del viernes fue Klangkuenstler. El alemán ofreció una de las sesiones más comentadas del fin de semana.
Por lo que respecta a los otros escenarios, el Air Europa Stage nos hizo bailar con DJ Nano con una sesión que precedía a Mike Williams, Quintino y Nicky Romero, artistas que nos transportaron años atrás, a la época dorada del progressive y el EDM. Seguidamente tuvimos doble ración de talento español con Marsal Ventura y Anthony Godfather. Para el cierre de este stage tuvimos a Andrea Oliva, haciendo sonar un techno muy limpio que hizo bailar a absolutamente toda la pista.
Sábado: De la nostalgia al trance, de lo mainstream al underground
La segunda jornada fue una oda a la diversidad sonora. El mainstage se reservó para los pesos pesados del EDM y el big room, con actuaciones de altísimo nivel técnico y escénico. Hardwell, Afrojack, Don Diablo y Vini Vici firmaron sesiones diseñadas para el gran público, con visuales imponentes, drops enérgicos y una gran variedad de hits reconocibles que hicieron que la pista cantase y bailase de principio a fin.
Paralelamente, el Ploom Stage acogía una de las sesiones más sorprendentes del festival: Fatima Hajji Invites, donde podríamos disfrutar de la artista española en B2B con Alignment y Reinier Zonneveld además de las respectivas actuaciones de estos artistas en solitario. El contraste entre la contundencia rítmica de Alignment, los toques industriales de Hajji y la improvisación en directo de Zonneveld con su equipo modular creó una narrativa única que atrapó al público durante dos horas de pura intensidad. Para cerrar este escenario pudimos ver a Dyen con unos los sonidos más contundentes del Hard Techno que desataron la locura de los fans.
Pero si hablamos de conexión emocional, el momento más emotivo del día lo firmó DJ Nano con su clásico formato Oro Viejo, una sesión que trajo de vuelta himnos del dance, eurotrance y progressive house de los 90 y 2000. Con Rebeka Brown y K-Style sobre el escenario en directo, el público coreó cada tema como si el tiempo no hubiera pasado. Un homenaje a toda una generación que sigue viva en la pista y que fue fiel a la cita con esta fiesta tan querida en entre el público español.
Conclusión: dos días que reafirman el poder de la música electrónica
La producción de A Summer Story 2025 fué impoluta, haciendo notar su experiencia a lo largo de los años, con un despliegue técnico impecable que incluyó los tres escenarios bien distribuidos, sonido de alta calidad y potencia y una iluminación espectacular. La logística fué también excelente: accesos rápidos, ausencia total de colas tanto en seguridad como en barras, una gran variedad de food trucks y una cantidad de baños más que suficiente para la afluencia. Todo ello acompañado de un sistema cashless sin fallos y traslados fluidos desde Madrid en autobuses lanzadera.
Un público entregado vivió dos días donde la música electrónica se convirtió en una experiencia colectiva sin increible, que esperamos volver a repetir en 2026.