Si bien es cierto que la situación actual impide a los djs demostrar sus dotes con normalidad, las mujeres tenemos un obstáculo aún mayor: nuestro género.
Mi nombre es Paula Guerra, tengo 23 años y, desde hace sólo un par, me entusiasma la idea de subirme a una cabina y poner mi música como dj. Ahí me conocen como Yins. Me gusta todo tipo de música pero solo pincho tech house y techno. Hoy, me gustaría contar mi experiencia y la de otras compañeras como mujeres dentro de la música electrónica.
En pleno 2021, ser del género femenino sigue siendo una traba en todo el mundo para triunfar musicalmente. Da igual la variedad que te guste: pop, rock, jazz o techno, las mujeres debemos demostrar nuestra valía una y otra vez. Todo ello para ser aceptadas por los grandes productores y discográficas para conseguir una mínima reputación. Eso, o llamar la atención exageradamente con ridículas indumentarias, abundante maquillaje y un escenario repleto de focos, luces, humo y todos los cachivaches más caros que puedas imaginar.
El sexismo dentro de la música electrónica
Dentro de la música electrónica en particular, esta dificultad sigue siendo un hecho. Por suerte, estamos experimentando un cambio a nivel internacional. Poco a poco, se empieza a ver la unión de las mujeres djs y la lucha de las nuevas desconocidas por acceder a esas cabinas tan cotizadas. Aún así, queda mucho camino por recorrer y ni mucho menos es un problema erradicado.
La idea de este artículo proviene justamente de ahí: con motivo del 8 de marzo, Día de la Mujer Trabajadora, me habló por Instagram una chica de México, proponiéndome pinchar mi música en un festival online formado únicamente por mujeres de todo el mundo. Como es obvio me encantó la idea y me emocionó que quisiesen contar conmigo para este gran proyecto donde darnos visibilidad entre todas. Acepté. Más adelante, hablando por un grupo de WhatsApp constituido por estas mujeres, me di cuenta de lo lejos que estamos aún de la desaparición de actitudes machistas dentro del ambiente del techno. Algunas de estas djs me contaron sus experiencias, que aquí yo transmito.
La experiencia de Belvora
Belvora, dj y productora mexicana, me relató cómo la mayoría de sus colegas masculinos han presentado comportamientos abusivos durante actuaciones o eventos.
“Creen que si me enseñan, me dan un consejo o producimos algo juntos tienen derecho a tener intimidad conmigo. Si niego sus expectativas, terminan enojados y me cierran las puertas a la música”.
Belvora tuvo que soportar momentos incómodos con un amigo suyo, el cual participaba con ella en un proyecto de producción.
“Detestaba que siempre buscase tener algo más que una colaboración. Cuando se cansó de no obtener oportunidad por mi parte, se molestó y lo único que quedó fue una serie de comentarios sarcásticos criticando el por qué no era buena en esta carrera”.
La constante sexualización de las conversaciones
Al oír estas palabras me sentí muy identificada. Es difícil hablar con otro compositor únicamente de producción o proyectos musicales. Las conversaciones usualmente no discurren sin que el tema derive a lo sexual por su parte. Esto nos cosifica y nos hace pensar que, como mujeres, no podremos conseguir nada si no es través de métodos íntimos con los hombres que se encuentran en esos puestos de poder.
Hace tan solo unos días, hablando por redes sociales con un dj de tech house que actualmente se encuentra en auge, quise tener su teléfono para que la conversación fuera más fluida. No era la primera vez que hablábamos y pensé que había confianza suficiente. Nuestras conversaciones se ceñían al tema musical, además de que él estaba al tanto de mi situación sentimental, ya que mi pareja es dj también y se mueve en estos ámbitos. Pero su pregunta a esta petición me alarmó: “¿y no se enfadará tu novio si te doy mi número?”. A lo que yo me pregunto, si hubiese sido hombre, ¿me habrías hecho la misma pregunta al pedirte el teléfono?
La experiencia de Pili Beauté
Pili Beauté, dj mexicana residente en Canadá, me narró su historia sufrida con el sexismo y una vez más, empaticé de manera personal. El día de su cumpleaños, Pili iba a tocar en un bar junto con otros dos djs precedentes. Cuando tocaba su turno, éstos no se apartaban de la mesa y no cedían el puesto a la dj.
“Fue bastante estresante, tuve que hablar con el dueño del bar y los dos djs me tuvieron toda la noche esperando hasta que me dejaron hacer el cierre.”
Pude apreciar notoria tristeza en la voz de Pili mientras me hablaba. Me sorprendió el verbo que utilizó: “me dejaron”, como si ella no tuviese el mismo derecho que ellos a estar allí pinchando.
“Al final es triste porque te das cuenta de sus caras, de sus modos…y no fue grato para ellos que una mujer hiciese el cierre de la noche”.
Ella, como generalmente cualquier mujer que se dedique a la música (¡qué digo! realmente se dedique a lo que se dedique), ha tenido que soportar comentarios misóginos donde se cuestiona el método de ascenso en su carrera. “Creen que solamente buscamos el hecho de estar en la cama con algún productor y por eso salimos adelante” me contaba.
“Otra situación que viví fue con un profesor de música, que ofrecía su ayuda a cambio de algo. Cuando no se le quiso dar me hizo quedar mal. Doy gracias que después mi esposo estuvo pendiente de eso y salimos adelante. Él también es dj y para mí ha sido más fácil de sobrellevar, ya que siempre me ha apoyado y hemos encaminado nuestra vida musical juntos”.
El feedback sexista de djs más conocidos
Sentí una total comprensión al escuchar estas últimas palabras, ya que, como he mencionado antes, mi pareja también es dj. Con su ayuda, he podido pinchar en bastantes garitos, en muy poco tiempo de practica. Él me ha enseñado todo en este mundo. Claro que también se ha dado el caso contrario, y una vez más, mantengo firmemente que ha sido causa del sexismo.
Gracias a mí y a mi interacción con otros djs, he conseguido que mi novio pueda tocar en discotecas. He sentido, por ser mujer, que el feedback (sobre todo con los djs más famosos) se da de manera más rápida. En general, si un chico en las mismas condiciones que yo, contactase con un dj medianamente famoso, no obtendría la misma respuesta. Esta respuesta sería más seca, se demoraría más o incluso no recibiría contestación.
Las artistas profesionales tampoco se libran de esta problemática
Pero dejemos a la profesionales hablar de este tema: Amelie Lens, Nina Kraviz o The Black Madonna. Algunas de las mujeres más famosas del techno han expuesto actitudes machistas por parte de fans, djs o productores. Natalia Piñuel publicó el libro ‘Ellas hacen ruido’ para dar visibilidad a estas mujeres. Ellas se enfrentan día a día al complicado mundo de la música electrónica y viven la problemática desde dentro.
“El problema no está en la falta de creadoras sino en la falta de difusión que han tenido sus trabajos y que conlleva una falta de referentes femeninos en la historia. Faltan mujeres en el sector cultural dirigiendo museos o centros de arte, pero también promotoras, periodistas musicales, directoras de festivales, programadoras, etc”.
Esta cita está extraída de la publicación “Ellas hacen ruido. Panorama internacional” por Las Lindas Pobres. Un texto de recomendada lectura para conocer más sobre esta situación.
Reflexión final
En conclusión y desde mi punto de vista, dejemos a las mujeres disfrutar del techno. Dejemos que disfruten de la música electrónica tal y como lo hacen los hombres djs. Dejemos que produzcan, que compongan, que canten y que compartan. Apoyemos su música como apoyaríamos la de cualquier persona. Dejemos de lado el género, la procedencia, el físico y la edad. Centrémonos en lo que de verdad importa: el groove de la buena música electrónica.