El Sónar 2025, celebrado del 12 al 14 de junio en Barcelona, será recordado como una de las ediciones más intensas y complejas de la historia del festival. No solo por su cartel de lujo y su apuesta por la innovación, sino también por el contexto social y político que marcó el ambiente, y por haber batido el récord de asistencia con 161.000 personas, a pesar de la polémica que rodeó al evento.
Como es tradición, el Sónar se repartió entre dos epicentros: la Fira Montjuïc acogió el Sónar de Día, con conciertos, instalaciones artísticas y el congreso Sónar+D; mientras que la Fira Gran Via L’Hospitalet fue el escenario de las grandes sesiones nocturnas, donde la electrónica más potente y los espectáculos audiovisuales tomaron el protagonismo. Además, la Sónar Week extendió la experiencia por toda la ciudad, con actividades paralelas y fiestas OFFSónar, que se desarrollaron principalmente en el Poble Espanyol.
Récord de público y polémica latente
La edición número 32 del Sónar no solo fue la más multitudinaria, sino también la más polémica. La presencia del fondo de inversión KKR en el accionariado del festival, y su vinculación con Israel, provocó la cancelación de cerca de 40 actuaciones. Sin embargo, el festival resistió el embate: 52.500 personas acudieron al Sónar de Día, 66.500 al Sónar de Noche y 42.000 participaron en las actividades de la Sónar Week, superando en 7.000 asistentes la cifra del año anterior. El ambiente, aun teniendo presente toda la controversia, fue de disfrute y defensa de la cultura por encima de todo.
Cartel de lujo y shows inolvidables
El Sónar 2025 desplegó un cartel de más de 117 actuaciones repartidas en 10 escenarios. Entre los nombres más destacados estuvieron Nathy Peluso, que presentó su álbum Grasa y podemos asegurar, que fue una de las actuaciones más destacadas del festival, con un show donde dejó claro las razones de por qué es una de las artistas hispanohablantes más completas. Por otra parte, tambien destacaron las actuaciones de Eric Prydz, que sin su “HOLO” (show que llevó a Sónar en 2023) enloqueció a todo el festival con un espectáculo audiovisual con la calidad que nos tiene siempre acostumbrados; BICEP, que deslumbró con su show CHROMA AV/DJ; y figuras como Peggy Gou, Four Tet, Honey Dijon, Mochakk, Richie Hawtin u Overmono, entre otros.
Como no, destacar también los b2b de Skrillex con Blawan y Armin van Buuren con Indira Paganotto, que desgraciadamente no pudimos disfrutar de ambos, ya que coincidían en horario. Nuestra elección fue el b2b entre Skrillex y Blawan, que resumiendolo rápido, nos dejó sin palabras.
Por descontado, también hay que mencionar a uno de los artistas que destacó en la jornada del sábado en Sónar de día que no fue otro, que el ganador de un Goya, Yerai Cortés que presentó su show “Guitarra Coral” que dejó boquiabiertos a todos los allí presentes.
Protagonismo local y nuevos lenguajes
El talento local brilló con fuerza: Alizzz inauguró el festival con un directo que fusionó pop alternativo y electrónica, no exento de referencias a la polémica y de mensajes de apoyo a Palestina, en un ambiente caldeado tanto por la temperatura como por la actualidad sociopolítica. Maria Arnal sorprendió con Ama, un show impulsado por inteligencia artificial, y artistas como Tarta Relena, Niño de Elche + Raül Refree y Mushka confirmaron el buen momento de la escena catalana y española.
Sónar+D: creatividad, IA y futuro
El congreso Sónar+D volvió a ser el gran laboratorio de ideas del festival. Este año, el foco estuvo puesto en la inteligencia artificial, la computación cuántica y los futuros especulativos, con charlas, talleres e instalaciones interactivas que exploraron los límites entre arte, tecnología y sociedad. Proyectos como Quantum Live Music Coding y la pieza inmersiva Lux Mundi mostraron el potencial de la creatividad digital y consolidaron a Barcelona como capital mundial de la innovación cultural.
Conclusión: resiliencia, diversidad y vanguardia
Sónar 2025 demostró que, pese a las adversidades, el festival sigue siendo un referente global de la música electrónica, el arte digital y la reflexión tecnológica. La masiva respuesta del público, la riqueza de su programación y la capacidad de reinventarse ante la polémica consolidan su papel como motor cultural y espacio de encuentro para la diversidad y la vanguardia. Barcelona, una vez más, bailó, pensó y soñó al ritmo del Sónar.
Después de esto, para los que se hayan quedado con ganas de asistir a la próxima edición de 2026, Sónar ya ha puesto a la venta los primeros abonos para la edición del año que viene, por lo que no dudéis en haceros con ellos lo antes posible, antes de que suban de precio. ¡Allí nos veremos!