O Gozo Festival 2026 conforma una nueva edición con Martin Garrix, Maroon 5 o Rita Ora como principales protagonistas
O Gozo Festival 2026, con solo tres ediciones a sus espaldas, el proyecto impulsado por la Xunta de Galicia se ha convertido en uno de los grandes polos musicales del noroeste peninsular, y su cita del 11 de julio de 2026 en el Monte do Gozo de Santiago de Compostela apunta a ser uno de los momentos clave del próximo verano europeo.
El anuncio del nuevo line-up confirma algo que ya era evidente, O Gozo juega en varias ligas a la vez. Maroon 5, Martin Garrix, Danny Ocean, Rita Ora y Miriam Rodríguez componen un cartel pensado para atraer públicos diversos, generaciones distintas y sensibilidades musicales que van del pop global a la electrónica de estadio, pasando por la música latina y el talento nacional. No se trata de un festival de nicho, sino de una experiencia transversal, diseñada para convertir el viaje a Santiago en algo más que una peregrinación espiritual: una celebración cultural y sonora.
Desde una perspectiva electrónica, la presencia de Martin Garrix funciona como eje vertebrador del evento. El productor neerlandés representa esa EDM que, lejos de desaparecer, ha sabido mutar y adaptarse a los grandes escenarios, manteniendo su capacidad de convocatoria intacta. Su inclusión reafirma la vocación internacional del festival y su apuesta por espectáculos de gran formato, donde la producción visual y la energía colectiva son tan importantes como las canciones. Garrix no viene solo a pinchar: viene a convertir el Monte do Gozo en una pista de baile masiva.
Pero O Gozo Festival no se define únicamente por la electrónica. El cartel refleja una lectura muy actual del consumo musical: playlists híbridas, géneros que se cruzan y artistas que funcionan como marcas globales. Maroon 5 encabezan el cartel como garantía de éxito intergeneracional, mientras que Rita Ora aporta ese pop de vocación clubbing que dialoga fácilmente con la electrónica y la cultura dance. En paralelo, Danny Ocean conecta con una audiencia global que entiende la música latina como un lenguaje abierto, permeable al pop electrónico y a los ritmos urbanos contemporáneos.
El equilibrio se completa con Miriam Rodríguez, cuya presencia no solo suma talento local, sino que refuerza uno de los pilares del festival: tender puentes entre Galicia y el circuito internacional, sin perder identidad. En un contexto dominado por grandes nombres globales, la inclusión de artistas nacionales consolida a O Gozo como un proyecto con raíces, no solo como un escaparate.
Más allá del cartel, el verdadero valor de O Gozo Festival está en su modelo. Desde su nacimiento en 2023, el festival ha apostado por una programación distribuida a lo largo del año y del territorio gallego, alejándose del formato concentrado de fin de semana. Esta estrategia ha permitido desestacionalizar el turismo, diversificar públicos y posicionar a Galicia como destino cultural más allá del verano tradicional. Los datos hablan por sí solos: más de 170.000 asistentes en apenas tres años y una proyección mediática que ha llevado la marca Galicia a escenarios internacionales.
La cita de 2026 se enmarca, además, dentro de Concertos do Xacobeo, reforzando la conexión entre música, territorio y experiencia. El Monte do Gozo, con su carga simbólica y su historia ligada al Camino de Santiago, se convierte en un espacio donde convergen peregrinos musicales llegados de distintos puntos del mapa, atraídos por un cartel que entiende el directo como experiencia total.
Las entradas, con un precio de lanzamiento especialmente accesible, refuerzan la idea de festival abierto y popular, lejos del elitismo que a veces rodea a los grandes eventos musicales. O Gozo no pretende ser exclusivo: pretende ser memorable.
Si algo deja claro este anuncio es que 2026 será un año clave para la música en directo en Galicia. O Gozo Festival no solo confirma su cuarta edición, sino que consolida una visión: la de un festival que entiende la música como motor cultural, turístico y emocional. Y sí, este verano habrá que hacer el camino… aunque sea bailando.

