Masterclass de puro techno al ritmo de Oscar Mulero, Border One y Saint Sinner en Lab the Club
El pasado viernes LAB Madrid volvió a convertirse en epicentro del techno con una nueva edición de Crow, un evento que, como viene siendo habitual, agotó las expectativas y también las energías de todos los que se dieron cita. En esta ocasión, el cartel reunía a un tridente de gran calibre: la residente Saint Sinner, el belga Border One y, como gran protagonista de la noche, Óscar Mulero, figura indiscutible de la escena electrónica española e internacional.
Desde primeras horas la atmósfera ya dejaba entrever que iba a ser una velada intensa. Saint Sinner, con su habitual solvencia, fue la encargada de abrir la pista y marcar la senda sonora. Su sesión, contundente pero medida, sirvió para preparar los cimientos de lo que vendría después: una mezcla de groove sólido, con ritmos secos y un punto hipnótico que hizo que el público, todavía fresco, se dejase arrastrar sin resistencias.
El segundo turno recayó en el residente de un mítico club como es Fuse Brussels, Border One, que ha sabido ganarse un lugar en el panorama gracias a un sonido. Su set se movió entre atmósferas hipnóticas y golpes de bombo potentes, manteniendo un pulso constante que calentó, y nunca mejor dicho, la sala. Este digamos que es el único punto negativo que sacamos a la noche y es que el calor que hacía en ella, fue en momentos, exagerado. Es la primera vez, en todas las visitas que hemos realizado al club, que ocurría esto, asi que esperemos que sea algo puntual.
Pero el momento más esperado llegó pasada la medianoche, cuando Óscar Mulero tomó el control de la cabina a las cuatro de la mañana. Lo que siguió fue una auténtica lección de techno. Mulero, con décadas de experiencia a sus espaldas, demostró por qué sigue siendo un referente indiscutible: precisión milimétrica en las mezclas, selección impecable y una narrativa sonora que iba escalando en tensión hasta alcanzar picos de auténtico frenesí colectivo. Ya sabemos toda la gente que mueve el artista madrileño y se notó, la comunión entre artista y público fue total.
El cierre dejó una sensación de catarsis colectiva, de haber vivido algo más que una simple noche de club. Crow volvió a demostrar por qué se ha convertido en una cita de referencia para los amantes del techno en Madrid. Y si bien Border One y Saint Sinner brillaron con luz propia, la noche quedará marcada, sin duda, por la sesión de Óscar Mulero, quien una vez más reafirmó su estatus como leyenda viva de la electrónica.