Amaral, Franz Ferninand y Carolina Durante principales protagonistas de esta edición
El Santander Music 2025 fue una edición de consagración: dos jornadas centrales al completo en la Campa de La Magdalena, un cartel muy medido y la sensación general de que el festival por fin había encontrado su fórmula ideal entre nostalgia, actualidad y espíritu veraniego frente al mar. La respuesta del público, con el sábado agotado y el viernes muy cerca del lleno, confirmó al Santander Music como una cita ya imprescindible del verano.
El recinto, la Campa de la Magdalena, siempre lo hemos dicho aquí, es uno de los enclaves más bonitos e idóneos para el festival. Si bien el festival colgó el cartel de Sold Out en la jornada del sábado, el recinto en ningún momento se notó agobiante ni pasado de aforo, cosa que en la jornada del jueves (Concierto de Arde Bogotá, fuera del ciclo del festival), fue todo lo contrario.
A nivel de infraestructuras, el escenario principal cumplió sobradamente en dimensiones, visibilidad y juego de luces, heredando el nivel técnico de los grandes conciertos de la Semana Grande de Santander, mientras que el escenario secundario se quedó pequeño en algunos conciertos, con artistas que están muy en forma como Niña Polaca o Ventiuno.
La gran virtud de 2025 fue el equilibrio: grupos nuevos capaces de conectar con un público treintañero y cuarentón y, al mismo tiempo, nombres veteranos que no espantaron a la generación más joven. Sobre el papel, la combinación de Franz Ferdinand, Amaral, Carolina Durante, Duncan Dhu, Ojete Calor, Varry Brava, Niña Polaca, Mujeres, Alcalá Norte, Sexy Zebras o Elyella dibujaba un recorrido que iba del indie guitarrero al pop generacional, pasando por el hedonismo más desinhibido de verbena festivalera.

El viernes se construyó como una especie de puente generacional donde convivieron el pulso actual del indie-rock nacional con la nostalgia elegante de Duncan Dhu. Mujeres y Alcalá Norte aportaron la energía de guitarras crudas, estribillos directos y un punto gamberro que conectaron muy bien con el público.
Duncan Dhu introdujo un cambio de tono más clásico, con himnos que han acompañado a varias generaciones, creando un momento de pausa emocional entre tanto empuje eléctrico, aunque su encaje estilístico en medio de una jornada tan guitarrera generó cierto contraste. Y como no, mencionar al cabeza de cartel del festival junto Amaral, Franz Ferdinand que ofreció un concierto explosivo, con un directo preciso y una energía arrolladora que encendió al público desde el primer tema.El repertorio combinó sus grandes himnos como “Take Me Out” o “Do You Want To” con material más reciente.
Como no, para cerrar la noche, no podían estar otros que ELYELLA, que con una sesión cargadas de himnos, pusieron el broche de oro a la primera jornada del festival.

El sábado fue la jornada del lleno absoluto y de consagrar esta edición del festival, como una de las mejores, por no decir la mejor (hasta la fecha). Ojete Calor asumió a la perfección su papel de catalizador del desmadre pop, mezclando humor, guiños generacionales y bases irresistibles para desatar bailes y coros irónicos.
Poco después, llegó el turno de Amaral que durante dos horas de concierto convirtió la campa en un gran anfiteatro al aire libre, con un show de producción ambiciosa en el que Eva desplegó una voz impecable, capaz de sonar a nivel de estudio mientras no dejaba de moverse e incluso elevarse sobre el escenario en uno de los momentos más visuales del concierto.
En el escenario “pequeño”, pasaron artistas como Ventiuno o Sexy Zebras, que encandilaron a un público bastante entregado. Y como no, también mencionar el concierto de Carolina Durante, que aunque se nos hizo excesivamente corto (55 minutos a lo sumo), fue uno de los que más nos hizo vibrar. Diego (cantante de Carolina Durante), aún con las muletas en mano, supo a la perfección como enloquecer a toda una Campa de la Magdalena, que se quedó con ganas de más.
Y hasta aquí nuestro paso por el Santander Music 2025. Es un festival al que hemos acudido en muchas ocasiones (desde 2012, pocas son las ediciones a las que no hemos acudido) y podemos decir, que poco a poco, va encontrando su formato y cada vez, superándose a sí mismo. Y como no, no faltaremos en 2026.

